Un grupo de zapadores del Ejército llega a la tranquila localidad de Ingolstadt para construir un puente. Su presencia se convierte enseguida en la principal atracción para la población local. Berta, que trabaja como criada en casa del señor Unertl y lleva tiempo rechazando las proposiciones de su hijo, Fabian, comienza a salir con uno de los soldados, lo que despierta los celos de este.
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