El doctor Vollmer es el responsable de un revolucionario proyecto puesto en marcha en el instituto de cibernética que creó años atrás y ahora dirige. Allí han conseguido desarrollar un aparato, el Simulacron, capaz de predecir el futuro. Lógicamente, mucha gente está interesada en él. El doctor Vollmer muere, se ha suicidado según la versión oficial, pero su colaborador más cercano, el doctor Stiller, no se lo cree.