Entradilla
Los gobiernos de Quebec y Euskadi firmaron un acuerdo para impulsar la cooperación entre ambos países en octubre de 2017. Este ciclo de cine, nace de este encuentro cultural entre Quebec y Euskadi, impulsado por el Instituto Vasco Etxepare, organizado por la Filmoteca Vasca con la colaboración también de Cinémathèque Québécoise y del Gobierno de Quebec a través de su Oficina en Barcelona. Se trata pues de visibilizar un cine quebequés en el País Vasco y más tarde hacer lo propio con el cine vasco en Quebec.
Este ciclo sobre el cine de Quebec ocupará tres meses de programación de la Filmoteca Vasca y se ha centrado principalmente en la producción contemporánea. No obstante, resultaba difícil no hacer un breve ejercicio de memoria para confeccionarlo. Pour la suite du monde(1963), tiene en este sentido algo de película fundadora del cine quebequés moderno recreando para las generaciones venideras tradiciones históricas, reflexionando sobre el paso del tiempo y la llegada de nuevas costumbres. Cinco años después de la ópera prima de Pierre Perrault, co-realizada junto a Michel Brault, una cineasta quebequesa también empezaba su propio mito fundacional feminista: De mère en fille (1968). Con una visión afilada y avanzada sobre el futuro de la sociedad, y cuestionando la reinserción laboral y social después de la maternidad, Anne Claire Poirier fue la primera mujer en dirigir un largometraje en Quebec.
El cine realizado en Quebec se ha distribuido en nuestras pantallas con cuentagotas (Arcand, Lauzon, Villeneuve, Dolan…) y hemos querido ofrecer un par de ejemplos. El declive del imperio americano (1986), es la película que trajo visibilidad en el escaparate internacional a Denys Arcand, uno de los directores hasta hoy día más prolíficos del territorio. En la nueva generación de cineastas, Xavier Dolan lleva consigo el mérito de haber filmado, escrito, producido y protagonizado su ópera prima Yo maté a mi madre (2009) a los 19 años, a la que le seguirían siete producciones más hasta la fecha, todas con gran éxito en circuitos de festivales y aclamadas por el público.
Explorando la cinematografía contemporánea quebequesa sería un error no resaltar y evidenciar la diversidad de sus producciones: abordaremos el thriller con Vic + Flo ont vu un ours(2013) de Denis Côté, buen conocedor del circuito de los mejores festivales internacionales y del Festival de San Sebastián en particular; es notoria la corriente de coming of age, representadas aquí por Une Colonie (2018),de Geneviève Dulude-De Celles y Jeune Juliette (2019) de Anne Émond, donde se hacen uso de distintos tonos y sensibilidades para hablar de los ritos del complejo paso a la adultez.
La pluralidad estética también está presente en producciones con trasfondo político. Desde subjetividades diversas, podrán contemplarse los retos socio-políticos de la población quebequesa a través de una animación como Ville Neuve (2018), de Félix Dufour-Laperrière, que explora las relaciones humanas en mitad de la vorágine causada por la convocatoria del referéndum de los años 90. O a través de dos ficciones familiares protagonizadas por jóvenes mujeres que cuestionan los patrones sociales y políticos: Kuessipan (2019), de Myriam Verreault, que da voz a los pueblos originarios en una reserva en la actualidad y Antigone (2019), de Sophie Deraspe, que revela la importante problemática de la crisis migratoria.
El cine independiente tampoco queda fuera de esta ecléctica muestra donde Sophie Bédard Marcotte nos conducirá en L.A. Tea Time a través de un road-trip ensayístico, en busca de los significados, metáforas y límites del propio cine, con la ayuda de una Chantal Akerman en forma de divinidad.
La pantalla grande del cine es tal vez la ventana al mundo más bella y la que más enamoramientos ha causado. Como decía Rohmer, entre todas las artes, el cine es el que mejor puede capturar “la verdad y la belleza del mundo, la verdad y la belleza de las cosas”.
A veces, como escribió García Márquez, se abre una ventana y una mirada casual puede ser el origen de un cataclismo de amor. Creemos que a través del cine nos vamos a acercar a la belleza y la verdad de Quebec… Seguramente para enamorarnos…